Las disputas sobre los efectos a largo plazo de las dietas bajas en carbohidratos no disminuyen en la comunidad científica. Si tenemos en cuenta la rápida pérdida de peso en un corto período de tiempo, esas dietas son bastante efectivas. Pero algunos científicos tienen dudas sobre el valor nutricional de dicha dieta. A los especialistas incluso les resulta difícil decir qué consecuencias puede tener esa composición de la dieta.
John Buckley, profesor de salud en la Universidad del Sur de Australia, está convencido de que antes de dar consejos sobre una dieta en particular, debe comprender las implicaciones de tal elección. Con respecto a las dietas bajas en carbohidratos, afirma: reducir la ingesta de carbohidratos puede conducir a niveles más altos de "colesterol malo". De ahí los problemas cardiovasculares.
Debe reconocerse que el nivel de "colesterol malo", afortunadamente, disminuye después de un tiempo. Pero el peso perdido no permanece en el nivel alcanzado. Como regla, se ganan kilogramos y bastante rápido.
Lo que es mucho más grave es la posibilidad de problemas duraderos relacionados con el estado de ánimo, como la depresión. Además, al rechazar los carbohidratos (y su fuente son alimentos vegetales tan útiles como granos enteros, verduras y frutas), una persona pierde los nutrientes y antioxidantes necesarios que tienen efectos beneficiosos sobre el corazón y los vasos sanguíneos. La fibra, el calcio y el ácido fólico tampoco están disponibles en las cantidades correctas.
