La actriz franco-italiana Monica Bellucci decidió demandar a los líderes de una de las empresas textiles en Turquía. La razón es la incapacidad de Mónica de marcar su propio nombre. Tan pronto como la actriz iba a hacerlo, resultó que su propio nombre ... fue tomado.
Un empresario turco, Arafat Yazis, ya ha usado el nombre de Bellucci, refiriéndose al hecho de que al llamar a su compañía no sabía a quién pertenece realmente el nombre.
Ninguna persuasión rompió a los yazis, quienes se negaron a renunciar a los derechos de la marca.