El queso Roquefort puede ser una nueva herramienta efectiva para la prevención de enfermedades cardiovasculares, según los biotecnólogos de Cambridge.
Las propiedades antiinflamatorias que poseen algunos componentes del producto, como creen los expertos, se forman debido a su origen específico: en la última etapa de fabricación, el roquefort, tradicionalmente clasificado como queso azul, se coloca en grutas de piedra caliza ubicadas en el sur de Francia, donde toma tres meses maduración
Mientras el queso se almacena en una cueva, se forma un molde azul noble en su interior, además de su sabor único, lo que le otorga muchas propiedades útiles. Los especialistas de Cambridge realizaron su propia investigación sobre el efecto de Roquefort en el corazón. Como parte del trabajo científico, los expertos analizaron información sobre el nivel de consumo de queso en diferentes países del mundo, así como la prevalencia de enfermedades cardiovasculares entre sus habitantes.
Las estimaciones mostraron que en países con un alto nivel de consumo de Roquefort, como Francia o Alemania, las muertes por problemas cardíacos ocurrieron con mucha menos frecuencia. Pero los expertos dicen: tales indicadores pueden depender de muchos factores. Y aunque Roquefort es solo uno de ellos, sus propiedades sin duda contribuyen a la salud de las personas.
Uno de los principales autores del estudio dijo: "La enfermedad cardiovascular está lejos de ser la única amenaza que Roquefort puede resistir. Sabemos que también protege a una persona de la celulitis, la artritis, los problemas intestinales e incluso ralentiza los signos del envejecimiento".
